Hay historias que en un momento de nuestras vidas nos impactan, nos golpean directamente en el corazón, nos hacen sentirnos un poco más solidarios… Esto ocurrió con la historia de Pablo Ráez El era un joven, que de repente, vio cómo su vida, en el mejor momento, se paralizó por la leucemia, enfrentó la dura enfermedad mirándola cara a cara, tuvo momentos de debilidad, pero consiguió ser fuerte y entendió que la muerte es parte de la vida, porque si morimos es porque hemos vivido. Consiguió traspasar las redes con el lema #SiempreFuerte y que se incrementara exponencialmente el número de donantes de médula, quiso ponerse el reto 1 millón, la realidad es que, a día de hoy, no se ha cumplido ese reto todavía. La leucemia es una enfermedad muy complicada porque es difícil encontrar un donante compatible, y si tienes la mala suerte de que sufres un primer rechazo, la lucha será el doble de difícil la segunda vez, de ahí la importancia de que cuantos más donantes haya, más posible será que uno de esos donantes sean compatibles con el enfermo. La donación de médula no es como la de un riñón que si lo das pierdes uno de tus órganos y nunca más lo recuperas, es más parecida a una donación de sangre. Creo que Pablo merece que le recordemos y que sigamos su lucha, como el dijo, dona médula, aunque no valga para mi, podrá servir a otro enfermo que esté pasando por lo mismo. Creo que es casi una obligación que su historia no se olvide nunca. En la web de TVE hay un documental, por tiempo limitado, que cuenta toda su lucha, toda su historia. Es altamente recomendable #SiempreFuerte http://www.rtve.es/alacarta/videos/documaster/documaster-siempre-fuerte-historia-pablo-raez/5391727/